Sin abogados no hay paraíso
Por Yariana Pérez
A finales de 2023 surgió una polémica alrededor de la influencer italiana Chiara Ferragni, quien está involucrada en un caso de prácticas desleales, una actividad sancionada por la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado (AGCOM) de Italia. Por ello ha tenido que convocar a unos cuantos abogados que la ayuden a salvar su negocio de redes sociales y marketing digital.
Ferragni publicó en su cuenta de Instagram una campaña en alianza con una conocida marca italiana de dulces, donde anunciaba la venta de una edición especial de un pandoro (bizcocho típico de las fiestas navideñas italianas), en cuyo empaque aparecía el logo de su marca: Ferragni.
La venta del pandoro tenía fines benéficos y se ofrecería una donación al Hospital Pediátrico Regina Margherita de Turín, en Italia, por las ventas del bizcocho, cuyo valor era superior al tradicional.
Pero lo que en realidad sucedió fue que la marca pagó a Ferragni un millón de euros por la campana y la influencer no realizó el donativo correspondiente al hospital. Aparentemente, la marca había donado un monto mucho menor al centro de salud, antes del lanzamiento. Esto salió a la luz, el ente regulador anunció una millonaria multa, empezaron fuertes críticas y Ferragni tuvo que asumir públicamente su “error de comunicación”, pedir disculpas y ofrecer el dinero que ganó como donativo al mencionado hospital.
El negocio de Ferragni sufre una fuerte crisis reputacional que empieza a impactar en sus operaciones, pues ya algunas marcas han rescindido contratos con la influencer.
Ante esto, la gestión ha quedado en manos de dos grandes despachos de abogados italianos: por una parte Gianni Origoni, un bufete multi practice con más de 10 oficinas a nivel mundial, que de acuerdo con los medios se ocupa de los aspectos jurídicos, societarios y civiles involucrados en el caso. Este despacho es reconocido por Chambers and Partners en Italia desde hace 20 años y destaca como líder en el mercado en lo que respecta a transacciones de alto nivel.
La influencer posee un imperio comercial multimillonario y su caso como fenómeno de éxito en las redes sociales ha sido objeto de estudio del Harvard Business School, por lo que el impacto de una crisis reputacional puede ser muy riesgoso para la supervivencia de sus negocios.
El caso también tiene aspectos penales (la Fiscalía de Milán ha anunciado una investigación preliminar), cuya gestión está a cargo del Studio Bana, bufete dirigido por Marcello Bana, abogado especialista en asuntos penales que involucran temas de propiedad intelectual y responsabilidad corporativa.
Toda una serie de elementos jurídicos confluyen en el caso de esta influencer y son evidencia de que las operaciones comerciales deben ser soportadas por una gestión legal regulatoria y preventiva, más que reactiva. Tal vez una reunión previa con el equipo de abogados de la marca hubiera evitado la crisis que ha obligado a Ferragni a hacer silencio en su cuenta de casi 30 millones de seguidores.
Adicionalmente, ante una crisis de esta envergadura, la selección de un equipo de abogados de alto nivel es una apuesta necesaria para garantizar una salida airosa para la millonaria marca.
Para esto, el equipo de asesores internos se ocupa de escoger a los abogados. La referencia en casos similares es un factor determinante, sin embargo, el hecho de que el despacho sea reconocido por directorios internacionales es también un elemento relevante. Ante multas de tan altas cifras y aspectos criminales posiblemente involucrados, es imperativo apoyarse de un equipo de abogados con suficiente experiencia, experticia, trayectoria y reconocimiento en el mercado legal.
¿Cómo puede dirigir un bufete sus esfuerzos para estar en esos directorios y obtener visibilidad y presencia que los haga posibles sujetos proveedores de servicios?
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