¿Son los ALSP la nueva competencia de las firmas de abogados?
Por Yariana Pérez
Los proveedores de servicios legales alternativos -o ALSP, por sus siglás en inglés- son organizaciones que entre su oferta de servicios incluyen desarrollo de temas legales. Sin embargo, no son firmas de abogados. De modo que, como lo plantea Chambers and Partners en su sitio web, existe una amplia gama de empresas que ofrecen sus servicios para tareas que tradicionalmente manejan los bufetes.
Por lo general, las ALSP ofrecen servicios de gestión de contratos y litigios, entre otras actividades, pero su organización interna o gobierno corporativo se aleja mucho del estándar legal profesional y del esquema de las firmas legales.
Las ALSP pueden contar con abogados y especialistas en sectores legales en su staff, sin embargo, también pueden disponer de paralegales y profesionales no vinculados exclusivamente a lo jurídico para sostener sus relaciones comerciales.
Adicionalmente, es mucho más probable que el cobro de honorarios de este nuevo esquema de negocios jurídicos sea más reducido que el de las firmas de abogados. La tendencia actual es que las grandes firmas internacionales con robusto músculo financiero desarrollen ALSP o unidades de negocio patrocinadas con el objetivo de de atender un target específico de su portafolio de clientes o bien, a otras firmas.
Inclusive algunas de estas últimas optan por subcontratar los servicios de las ALSP con el objeto de diversificar y agilizar su atención a los clientes, además de descongestionar la carga laboral de los abogados y socios. También puede ocurrir con las gerencias o departamentos legales de grandes compañías que se ven necesitadas del apoyo de un ALSP.
¿Para qué sirven?
De acuerdo con Chambers and Partners, las ALSP como centros de servicio suelen ser una opción más eficiente y rentable para los clientes, sin sacrificar la calidad en la entrega del servicio. Usualmente operan en jurisdicciones de bajo costo y tecnología interna. No obstante, es común que usen softwares que ayudan a automatizar actividades.
Se ha hecho tan natural la concurrencia de las ALSP en el mundo de los negocios que Chambers and Partners ha desarrollado una guía específica de proveedores de servicios legales alternativos. De hecho, recientemente han publicado el ranking 2023. De momento, solo investigan un sector que identifican como Global, que incluye EEUU y Reino Unido (cuna de las ALSP), España (donde se ha adelantado mucho este esquema de servicios), y la región de Asia-Pacífico.
Tipos de ALSP
Managed services (LSP – Legal Service Outsourcing): De acuerdo con Eugenia Navarro, profesora de Estrategia y Marketing Jurídico de ESADE LAW SCHOOL, un proveedor de Managed Services, diseña, construye e implementa sistemas basados en procesos que permiten a su equipo de abogados completar de manera eficiente el trabajo legal, especialmente el de gran volumen.
LOP o Legal Process Outsourcing: se ocupan de trabajos legales altamente estandarizables y de bajo riesgo.
Proveedores de fuerza de trabajo flexible: proveen servicios de complejidad media y alta por proyectos a través de abogados altamente cualificados.
Laboratorios de innovación: también conocidos como incubadoras, son empresas tipo startups cuyo foco es la innovación en los procesos legales.
Cualquiera que sea el modelo aplicado, los ALSP se vislumbran como un gran respaldo para las firmas de abogados en la actualidad. Consideramos que, de momento, no constituyen una competencia feroz y leonina ni ponen en riesgo el servicio profesional legal, por el contrario coadyuva en su institucionalización y modernización.
No osbtante, el llamado es a la innovación y a la adaptación de las necesidades de los clientes y de los nuevos tiempos.
Una labor retadora, pero no imposible para los abogados modernos y para los no tan modernos.
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